SmartFeeder. Este es el nombre del sistema que aplica la inteligencia artificial para alimentar y posicionar piezas dentro de una línea de fabricación. La desarrolladora de esta innovadora solución es la empresa Sabadellense GMS Sistemas. Esta pyme pertenece a PMZ Group, que fundó Francisco Sánchez 1989 como suministrador de soluciones de transmisión industriales y reductores.
Dentro del SmartFeeder, las piezas se depositan sobre un disco rotatorio desde una unidad autónoma. Con la combinación de un servomotor y un actuador, se separan y se colocan en la posición que se desea. Cuando el sistema de visión detecta que la posición de las piezas es la indicada, el robot se encarga de la recogida. El SmartFeeder permite alimentar diferentes familias de productos. Además, se evita el bloqueo de piezas y las paradas que pueden afectar la producción de una línea. También se pueden alimentar diferentes formatos, tamaño o materiales cambiando la programación del sistema.
"Los alimentadores tradicionales posicionan las piezas una tras otra, y si están defectuosas también se insertan en la línea", explica el director general de PMZ Group, Xavier Sánchez. Por ello, con el SmartFeeder supone un "ahorro", ya que el robot detecta si la pieza no es correcta y la saca. La introducción de este nuevo sistema está costando, ya que la tendencia de las empresas es trabajar con los posicionadores tradicionales, que utilizan vibradores.
El futuro es la robotización
En los dos primeros meses de este año, GMS Sistemas ya ha hecho las mismas ofertas de SmartFeeder que durante todo el año pasado.
"El mercado tiene que cambiar", sostiene Sánchez, que afirma: "La robotización es el futuro si tenemos que ser más cualitativos con el producto que fabricamos". Por ello, la empresa Sabadellense ha apostado por la innovación a través de su departamento de I + D, formado por dos personas que desarrollan los proyectos.
GMS Sistemas nació en 2000 como una división de PMZ Group. "Nos focalizamos en sectores que necesitaban alta calidad y no había", afirma Sánchez. De este modo, la empresa Sabadellense se ha convertido en la líder en sistemas de alimentación en el sector farmacéutico y cosmético.
Esta situación, sin embargo, no siempre ha sido tan apacible. En 2008 la crisis cayó como una losa. La pyme Sabadellense estaba muy focalizada en el sector del automóvil, uno de los que entró primero en recesión. Muchos proyectos quedaron parados. "El mejor máster es cuando debes reinventarte", señala el director general de PMZ Group.
Crecimiento parado
La supervivencia de la empresa Sabadellense fue posible gracias a la ingeniería financiera que hicieron y en un proyecto que consiguió Sánchez en Alemania para trabajar con Volkswagen. A partir de ahí, empezaron a diseñar soluciones concretas para el mercado como por ejemplo tapones, envases de perfumes, frascos oftálmicos...
Se posicionó como una empresa que trabajaba con alta calidad. Además, el sector del automóvil sólo suponía entre un 20% y 30% de la facturación. Esto hizo que desde 2012 hasta 2015 creciera una media de un 25% anual. "Estábamos muriendo de éxito", recuerda Sánchez. La plantilla pasó de los 7 trabajadores a los 18 actuales. Para evitar volver a caer, Sánchez decidió reducir el crecimiento. Desde entonces, en 2016 facturó 3,3 millones de euros y en 2017 alcanzó los 3,75 millones de euros. Las cuentas del año pasado no se han cerrado aún, pero se prevé que el crecimiento será en torno a un 7% o un 8%.